TOI, AMOUR

Es éste el último poema agazapado que se escribe 

                        recorriendo la línea de tus labios.

El último que mira silencioso la desnudez de tu neblina 

                         para cobijar mi tibieza.

Ha recorrido con paso seguro una y otra vez 

                        el palpitar de tu entrepierna,

y conoce la debilidad ante el altar donde respiras.

Ahí, donde duerme tu antorcha  que aún cubriéndola bajo tu sueño 

rompe cadenas y florece frágil para descansar en la espuma

                            prisionera de tu umbral.

Ha visto tu sonrojo por abrir paso al vuelo de la golondrina,

que llega y descansa en tu penumbra de oscuros follajes.

No lejos, también ha observado la presencia 

                                        de tu manifiesto sagrado,

que estremece la leña húmeda

y deshoja la quietud de la naturaleza voraz.

Te ha visto recorrer la sábana bajo los surcos de su oleaje

Y desaparecer con el misterio del deseo que arde.

Es éste el último que apague el fuego del rincón  idólatra

Bajo la gloria que cubre nuestras torpezas.

Son estos tiempos contrariados que embriaga mi solo querer.

Sága Alejandra