Duélese del llanto que asuela la obra de los sensibles poetas...



Duélese del llanto que asuela la obra de los sensibles poetas y teóricos de la garnacha y elogia la discreción y mesura en el oficio del rimar

Soneto acróstico

Para Toño, Ale y Karla; queridos poetas no llorones


Llorar nunca ha servido para nada,
Esto, bien, sin contar a los poetas.
Tiene el llanto caché en nuestras recetas,
Recetas para no decirte nada.


¡Ay, dolor!”, “¡Ay, desdicha desdichada!”
Suelen vampirizar nuestras libretas.
Vamos del tingo al treno cual ruletas
A hacer de nuestra lengua vid pesada.


Cien veces me he dolido de estos giros,
Aunque cientos yo mismo he cometido.
Nada como mis versos, para piros.


También, cierto, la fiebre da respiros:
Entiendo el grueso de este blog querido
Ser más razones y menos suspiros.


                                                                Estuardo H. Rendón




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