VOLAR
Al mirar cierto día volar a las gaviotas, empecé a imaginar que hermoso sería volar; cerré los ojos empecé a volar, volar, volar hasta llegar a las nubes ahí se me unieron más gaviotas y juntas nos fuimos alejando más y más.
Al encontrarme volando con esas hermosas alas pensé: como quisiera toda la gente volar y ver desde lo alto todo lo hermoso que poseemos.Pero no, la gente no puede mirar más allá de su egoísmo y superioridad, y siempre pensará en no dejar volar a los demás.
Pero yo me alejaré, no me ha cercaré más
a ella, que queriendo ser más fuerte que yo intenta hacerme pedazos;
pero nunca lo logrará porque yo tengo alas y puedo volar hacia el cielo
y perderme en su inmensidad, pero ella nunca podrá volar porque su egoísmo no le permite soñar.
Yo seguiré volando,
subiendo más y más nada me detendrá y pasaré por donde vive ella, si, la gente, se llenará de envidia pensando yo también quiero volar.
Al abrir los ojos, volver al cielo y mirar a las gaviotas pensé: quién fuera como ustedes, libres como el mar, volando tan alto, pero tan alto nadie les quita la libertad.
Vuelen lejos de nosotros que la envidia por volar las seguirá y nos las dejará volar.
Alza tus grandes alas, vuela sin cesar
que la vida pasa y tal vez nunca vuelvas a volar.
Más nunca dejes de pensar: como las gaviotas quiero volar, volar, volar hasta cruzar el mar.
Y a pesar de todo y todos yo seguiré volando...
Araceli Toledo Campos
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