RÉQUIEM
Cuando suenen las campanas
que retumban las tierras áridas
bajo la llaga del invierno,
no es que haya muerto,
pero si la iglesia de tu templo.
Cuando suenen las campanas una y otra vez
campanas de acero roídas por el tiempo,
se escucharán las plegarias
en la entrada de mi pueblo.
No es que haya muerto,
es el réquiem por la muerte del silencio.
Sága 2010
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