2.7

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Un poema para 4 tiempos

Los números cuentan, no historias,

pero si cuantas piedras encimadas hay aquí:

uno, dos, tres, cuatro...

También los años se cuentan, ya uno, ya dos

ya tres, ya cuatro... como las noches que

son muchas, muchisimas sin ver tus ojos,

sin palmear tu cabellera larga...

¿tantas noches han pasado?

Si, tantas noches han pasado y pasarán

y una, luego otra, y dos, luego otra,

y tres, luego otra y cuatro y luego otra.

¡Por dios! Cómo se va el tiempo.

También los pueblos se cuentan:

Uno Atocpan, dos Malacachtepetl Momoxco,

tres Tlacotenco, cuatro Tlacoyucan...

cuatro como las esquinas de una cuadra.

Cuatro como las esquinas de tu ventana,

por donde las lamparas de la gran ciudad

se ven temblorosas, y donde, inflado de sus perfiles,

el Teutli nos divisa...

Esto es Milpa Alta dijo Abigael...

De aquí soy, de aquí mismo

donde los encinos

maduran y los Techic cantan...

mientras a lo lejos el santuario

toca sus campanas, uno, dos, tres, cuatro...

Ba... lam... Ba... lam...

Con dedicatoria especial para: Victor Balam Chavira Medina.

Makario Xochime.
Villa Milpa Alta

Abril de 2011

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