Serenidad derramada

Hay un rugido que emana de las entrañas del corazón,
de la profundidad en la muerte.
Sonido que se apaga con el susurro tenaz de tu aliento.

Se enciende con la ausencia,
con la negación del pensamiento,
con la necesidad de la creación,
con la verdad de la fe.
Hay un rugido que emana de las cavilaciones colgadas de la noche,
de los pasos acompañados de soledad,
de los sueños enamorados de realidad,
de los espasmos del tiempo.

Sonido que se apaga con el amanecer,
con la voracidad de la soberbia,
con la otredad,
con el recuerdo perenne del pasado sin vida.

Se enciende con la ruptura de falsas creencias,
con el regreso al origen,
con el lenguaje significado,
con el presente, pasado y futuro
ahogados en un segundo.

Hay un rugido que emana de las letras en tu nombre.


Victor Hugo Pedraza / @victorhugo202

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